miércoles, 15 de julio de 2009

martes, 14 de julio de 2009

La Evaluación en Educación

La Evaluación es un elemento indispensable que retroalimenta la práctica educativa. Evaluar es interpretar la adecuación de un conjunto de información que se obtiene en el desarrollo de las prácticas y un conjunto de criterios adecuados a un objetivo fijado, con el fin de tomar una decisión pedagógica.

Es necesario que el futuro docente y mucho más aun el docente en ejercicio, posea el dominio conceptual y teórico que es fundamental para el ejercicio de la intervención educativa, en tanto arroja datos que pueden repercutir en la toma de decisiones más documentada y por lo tanto de mejorar el proceso.

La tarea de evaluar se puede concebir desde distintos paradigmas y actuar de acuerdo a ellos, lo cual también tiene una coherencia y una continuidad con la concepción de educación que tengamos. Pero es eso, una tarea, un procedimiento y como tal debe ser ejercitado desde sus distintas perspectivas para poder enlazar con coherencia los conceptos y teorías.

En este modelo didáctico, la función del asesor y de los estudiantes es complementaria, dado que el primero dispone los contenidos que el segundo deberá reelaborar, por medio de diversas actividades en las que se pueden combinar estrategias metodológicas de exposición o recepción, de descubrimiento y de indagación, con una evaluación centrada en el desarrollo de capacidades intelectuales y en la construcción del conocimiento.

Todo esto, requiere de una esmerada capacitación de los maestros dirigida para que puedan enfrentar los desafíos propuestos por los cambios didácticos y pedagógicos ocurridos. Se trata de brindarles recursos de actualización permanente, darles acceso a las investigaciones y propuestas de especialistas y facilitarles la ductilidad necesaria para adaptarse a los distintos destinatarios, atender sus propuestas, satisfacer sus necesidades particulares, aceptar y sacar provecho de la diversidad de rendimiento, cultura e intereses, detectar inclinaciones, inventar métodos para superar dificultades, modificar sobre la marcha situaciones que aparezcan como inconvenientes, atreverse a reemplazar las secuencias “lógicas” (ordenamiento cronológico, por grado de dificultad, etc.) por un dinamismo más fecundo.

viernes, 8 de mayo de 2009